Navidad, guerra mundial de mercadotecnia
Se
acerca la época navideña y, como cada año, es el escenario perfecto para
desarrollar toda una guerra mundial de mercadotecnia y publicidad. Los blancos
están ahí: las mentes del consumidor, tan vulnerables, débiles, ansiosas… Las
municiones van desde unas galletas hasta automóviles, pasando por artículos
tecnológicos, juguetes, vinos y licores, prendas de vestir… Los escenarios se
llaman necesidades, caprichos, sentimientos, estilos de vida… Y las armas empleadas
son las ofertas, descuentos, planes de pago…
Sin duda una época y un fenómeno por demás interesantes, donde conceptos tan
trillados como nuevo, mejor y más desempeñan uno de
los papeles más importantes. Y no importa quién derrote esta vez a sus competidores,
el año siguiente siempre habrá una oportunidad de revancha.
Hablando
particularmente de los juguetes, la ciencia y la tecnología con la ayuda de la
mercadotecnia y publicidad, han venido a cambiar en mucho los deseos y
peticiones que año con año los pequeños hacen a Santa y a los Reyes Magos.
Tanto así que el taller de Santa, donde antes sus duendes empleaban madera,
telas, papel, etcétera para fabricar los regalos, hoy en día seguramente cuenta
con bodegas de microchips, circuitos electrónicos y demás. Y si los Reyes Magos
hacían sus compras con artesanos de cada región del mundo, ahora las hacen en
cadenas comerciales transnacionales.
Pero
para que los duendes sepan qué van a fabricar y para que los reyes sepan qué
van a comprar, se necesita que los niños (y a veces sus padres) decidan qué van
a pedir. Es por eso que en esta época del año los medios y canales de
comunicación se ven saturados de publicidad y anuncios de juguetes.
Algunos
se ‘cuelgan’ de los personajes de moda (series de tv, películas, caricaturas,
artistas); otros prefieren compararse directamente con su competencia
resaltando sus fortalezas; también hay los que segmentan perfectamente su
mercado y exclusivamente se dirigen a éste; algunos de ellos prefieren influir
más en quien tiene el poder de compra (papás) que en los niños, etc.
A
fin de cuentas la publicidad y la mercadotecnia logran su objetivo general: vender
grandes cantidades de producto y generar ganancias millonarias para sus
fabricantes, beneficiando al mismo tiempo a toda la cadena de distribución que
está inmersa en ello. Los pequeños también salen ganando, la mayoría de ellos
obtiene el regalo deseado o algo que se acerca bastante. Los papás, por su
parte, resultan complacidos al ver las caras de felicidad e ilusión de sus
pequeños que los contagian.
¿Y
Santa y los Reyes? Al parecer son quienes llevan la peor parte, pues además de
agotados por el viaje que hacen para entregar los regalos, terminan la mayoría
de las veces con los bolsillos vacíos, no obstante tendrán todo un año por
delante para recuperarse y volver a la carga.
Así
que, después de todo, quizá no sea una guerra tan mala, siempre y cuando no
olvidemos inculcar valores a nuestros hijos por encima de los meros deseos y
ambiciones materiales. Tampoco olvidemos que a veces las cosas pequeñas y
sencillas educan y entretienen más que las ostentosas. Hagamos también lo
posible por que Santa y los Reyes no se olviden de aquellos pequeños
desamparados y/o en condiciones de pobreza que necesitan ser visitados por ellos.
Siendo
así, ¡felices fiestas a todos!
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