Historias de publicidad



…Ahora tocaba el turno del pasillo de los detergentes y suavizantes para ropa.
Detuvo su carrito quedando justo frente a los atractivos envases de aquel nuevo detergente líquido, producto de años de investigaciones científicas europeas, con poder para remover cualquier mancha proporcionando una limpieza insuperable y con fresco aroma que perduraría por semanas.
Cerró los ojos y respiró profundamente, mientras las tripas se le hacían nudo.
Se calmó y extendió su mano para tomar el detergente que estaba justo al lado, el que sin tanto recoveco resultaba efectivo, el que no debió haber cambiado. El de siempre.

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